Se cree que los primeros que usaron esas cartas en el continente europeo fueron, de hecho, los gitanos. Emigrando a Europa desde Oriente en el siglo XV, trajeron las cartas, es decir, un prototipo simplificado de las cartas del Tarot. A pesar de esto, la adivinación con las cartas no comenzó hasta la mendicidad de los siglos XVIII – XIX. Eso sucedió mayormente gracias a los esfuerzos de la famosa adivinadora profesional Francesa Marie Anne Adelaide Lenormand. En un periodo muy corto, ella se hizo muy conocida con el arte de la adivinación exacta y fue creciendo consultando las personas más ricas y poderosas de la capital francesa. El salón de mademoiselle Lenormand gano una inmensa popularidad. En el residen todas las celebridades del entonces Paris.

Las cartas utilizadas por Marie Anne Lenormand fueron cartas ordinarias. El objetivo de las predicciones exactas se basa en interpretaciones únicas y propias. Después de la muerte de la gran adivina, casi nada ha sido preservado. Los métodos de Marie Lenormand fueron parcialmente recuperados de las notas de sus estudiantes y seguidores. Lo que llevo a una nueva baraja original de 36 cartas, cuyas ideas principales de las imágenes y motivos están estrechamente relacionadas a su tiempo. Reflejan la imagen del mundo, característica de la época en la cual vivió Mademoiselle Lenormand.

Hoy en día, la mayoría de los sistemas de adivinación son basados en la interpretación intuitiva de símbolos, el cual generalmente es característica del siglo XX. Por lo tanto, en la adivinación virtual, la breve interpretación de las cartas tiene como objetivo dar la pista del interrogador para indicar el camino o una de las formas en cual puedas dirigir tu intuición y el resto del trabajo debes hacerlo solo. Solo así todos van a entender el significado sin ser impuesto por ninguna interpretación.